Consigna:
Para la escritura a partir del relato oral pueden tomar, también, como modelo o inspiración el cuento de Auster, es decir: contar un cuento o relato adentro de otro (pueden ser más de uno, adentro de otro marco). Está la opción que distingan los narradores o focalizaciones (un narrador principal, de la historia marco, y otro de la/s interior/es) o que lo cuente el mismo narrador.
Sigue en pie la posibilidad de tomar la consigna de varios narradores y desorden temporal para contar el cuento.
Tres veces viuda
Pensé en mandar un audio al grupo de las chicas pero me di cuenta que eran las nueve de la mañana, ninguna iba a estar despierta.
Me pregunté quien sale a bailar en época de finales mientras me sentaba en la cama a contemplar la pared. Michi se subió a mis piernas en busca de mimos y pensé que tal vez era el único que me entendía.
Me preparé un mate y divagué entre desayunar ese pedazo de torta que sobró del otro día o unas galletitas de arroz. Decidí que la dieta se empieza los lunes asique agarré todo y me fui al único huequito de sol que entraba en mi departamento. Me dejé los apuntes a un costado para sentir menos culpa.
Casi sin que me diera cuenta se hicieron las doce del mediodía, eso significaba que me tenía que ir a la casa de mi abuela. Esa tradición casi religiosa de almorzar en familia el último día de la semana. Igual me gustaba.
Sentada en el bondi pensé en subir una historia con la canción que estaba escuchando pero después me pareció medio careta. Toqué el timbre para bajarme del 39 pero parece que al chofer le pareció divertido pasarse una parada.
Una vez en la mesa rondaron las preguntas de siempre: "como va la facultad?" "cuando vamos a conocer al novio?". Me reí de mi misma pensando como me había hecho la peli con Lucas después de haber chapado una sola vez en el cumple de Cande.
Siempre que se van todos me quedo ayudando a mi abuela y después nos tomamos un té tiradas en la cama. Es nuestro momento juntas. Hoy tenía ganas de que me cuente una anécdota, asique le pregunte sobre su primer amor.
— Con mi primer amor no me dejaron casarme. Ciro era un buen partido, mi familia lo quería y nos conocíamos desde que eramos chicos, pero tenía problemas del corazón. Que ironía, porque sentí que fui yo la que se lo rompió cuando le dije que mis padres le habían negado mi mano. Sabes que fue lo que me dijo mi mamá? Que no quería una hija viuda. — se ríe. — Yo me recompuse rápido, todavía era joven pero en esa época una mujer no podía estar sin marido. Al tiempo conocí a Hector, era muy dulce, jugador de fútbol. Trabajaba en un taller para ganarse la vida, nos casamos y poco después llegó tu tío mas grande. Fuimos muy felices pero un dia salió a trabajar y tuvo un accidente de transito. Primer viudez.
Tuve que salir a buscar trabajo para mantener a mi hijo, y me contrataron en un banco. Un cliente se había empeñado en invitarme a tomar un café y a mi todavía me costaba sacarme el anillo de compromiso. Además era un hombre de mucho dinero y muy mujeriego, asique me dije a mi misma que no aceptaría salir con el. Pero era tan cabeza dura que vino a mi trabajo todos los días durante un año hasta que le dije que sí. El era tu abuelo Enrique. Era alto y buen mozo, podría hablarte una vida entera sobre él pero ya se nos esta yendo sol. — era verdad, se habían hecho las seis de la tarde, pero no me podía ir hasta saber que pasaba, mi abuela siguió: — Enrique y yo tuvimos cuatro hijos, entre ellos tu mamá. Pero lamentablemente también murió unos años después. Y ahí estaba yo, viuda por segunda vez.
En resumidas cuentas, la vida me reencontró con Ciro. Finalmente pudimos vivir nuestra historia de amor que siempre habíamos tenido pendiente. Duró lo que tenía que durar, porque falleció tiempo después. Tres veces viuda. Si mi madre hubiera sabido...
Volviendo a casa no me pude sacar la historia de la cabeza, pensé que algún día tendría que escribir un libro, una película, o tal vez no sé, un blog.