viernes, 29 de mayo de 2020

Diario del afuera


Consigna:
Para el Diario propio: describir una escena por lo menos de cada salida de casa que hagan.


Diario del afuera

No poder ir al barrio todos los sábados fue una de las cosas que mas me dolió de la cuarentena. Tantas palabras lindas como "ayudar" "militar" "animar" se las había llevado un enemigo que como es invisible ni si quiera te podes pelear. 
Una semana antes de la primera vez que salí en dos meses, me llegó un mensaje de esperanza disfrazado de globito de Whatsapp.  

Las seis cuadras entre mi casa y mi colegio que tantas veces me habían parecido interminables, esta vez me resultaron demasiado cortas. Disfruté cada rayo de sol que chocaba contra la mitad de mi cara que dejaba descubierta el barbijo. Esas calles tan familiares me recibían como nunca las hubiera dejado, como si nada fuera distinto. Y que distinto que estaba el mundo.
Llegué a las puertas que me vieron transitar la niñez y la adolescencia, y entré con la confianza de quien llega a su casa, porque si lo era. 

Los intentos fallidos de abrazos, las sonrisas solo plasmadas en los ojos y las miradas cómplices y emotivas que solo dan el tiempo separados, fueron protagonistas de ese jueves por la mañana. 
Nos esperaba una mesa llena de alimentos no perecederos. Con la frase "nadie se salva solo" resonando en el aire, armamos bolsas de comida para gente en situación de calle.  Y salimos a caminar. 

Cuanto costó separarnos, pero fue sin tristeza, porque el próximo jueves nos volveríamos a encontrar. 

Diario de un sueño compartido


Consigna:
Para el Diario de escritor/a: descripción detallada de cuentos y pesadillas. 


Diario de un sueño compartido

"Él suceso del sueño compartido, consiste en que dos personas pueden soñar lo mismo por el fuerte vínculo que los une. Ha revelado diferentes experiencias en personas de todo el mundo, dentro de estas experiencias se puede presentar en dos etapas, por ejemplo los sueños no lucidos, los cuales son totalmente incoherentes, en este sueño cada persona manifiesta eventos revelados. Por su parte, los sueños lucidos consisten en que ambos soñadores son conscientes de la presencia de la otra persona, y así mismo pueden establecer una interacción y son conscientes de que están en un estado de sueño." 

Cuando era chica, mi primo y yo pasábamos mucho tiempo juntos.  Atesorábamos el recuerdo de cuando habíamos ido juntos a mi colegio y habían tirado caramelos por las ventanas que daban al patio. 
Un día, charlando, no pudimos recordar cuando había sido ese suceso, ni quien nos había llevado. Cuando le preguntamos a nuestros padres (hermanos entre si) se miraron extrañados, eso nunca había pasado. De hecho, ni mi primo ni mi tía conocían mi colegio. 
Llegamos a la conclusión de que, como el otro también tenia ese "recuerdo" ambos creímos que fue un hecho, pero que en realidad habíamos tenido un sueño compartido. 

lunes, 25 de mayo de 2020

"La ley de la vida" de Jack London


Consigna:
 Leer "La ley de la vida" de Jack London, en la nota de lectura atender a cómo entra la historia de la caza del alce en la historia principal, para qué está ahí, y cómo utiliza el narrador a los objetos para construir el escenario.

Esta es la historia de un anciano que pertenece a una tribu, y espera su muerte que es dilatada por una pequeña fogata. En la espera, vuelven a su mente recuerdos de la juventud.

Uno en particular es el que mas se reitera, la de la casa de un alce. Con una minuciosa descripción del escenario, en mi opinión el autor marca los puntos de conexión entre la vida del anciano y del animal, los dos cercanos a la muerte. Como ambos viven esa transicion en distintos momentos, y como el señor se ve representado en la bestia, viejos, dos especies de la misma naturaleza, a punto de ser devorados por lobos. 

Del cuento breve y sus alrededores


Consigna:
Leer "Del cuento breve y sus alrededores" de Cortázar y hacer una nota de lectura en la que comenten con cuáles afirmaciones sobre la escritura del cuento están de acuerdo, cuáles discutirían y por qué.


De este tan complejo texto, lleno de ideas y opiniones, el autor intenta hablarnos sobre el cuento y su escritura. De este, tomo dos afirmaciones que me llamaron la atención


"El signo de un gran cuento me lo da eso que podríamos llamar su autarquía, el hecho de que el relato se ha desprendido del autor como una pompa de jabón de la pipa de yeso" 


Estoy de acuerdo con esta afirmación, ya que refiere a la idea de que una vez escrito, el cuento y el lector se separan. El primero pasa a tener vida propia, con sus personajes, con sus sentidos. Con esta misma linea presento la otra frase que elegí:


"En cualquier cuento breve memorable se percibe esa polarización, como si el autor hubiera querido desprenderse lo antes posible y de la manera más absoluta de su criatura, exorcizándola en la única forma en que le era dado hacerlo: escribiéndola." 


Esta afirmación resume gran parte de las ideas del autor, en las que plantea al cuento como parte inseparable del autor. Con esta estoy en desacuerdo, ya que para mi, los cuentos justamente son un desligue del escritor, la posibilidad de ponerse en los zapatos de un ser inventado, ajeno, que pasa por situaciones muy lejanas a este y que sin embargo quien escribe tiene la sutileza de relatarlas de una forma casi empatica. 

Ademas, en esta afirmación siento que ve a los cuentos con una connotación negativa, cuando para mi, si bien pueden cumplir este rol, también cumple muchos otros mas. 

Cuento objetos


Consigna;
 Escribir un cuento en el que aparezcan los 5 objetos que eligieron, de la siguiente manera:
uno aparece dentro de un flashback (retrospección, recuerdo de uno de los personajes), otro es robado, otro es un amuleto de uno de los personajes o del narrador, el cuarto es parte del escenario y el último funciona como pasaje a otro mundo / situación / escena / estado de cosas.


Objetos: reloj (flashback), anillo (amulento del narrador), pañuelo (objeto robado), foto (parte del escenario) y espejo (pasaje a otro mundo/situacion/escena/estado de cosas). 


Siete años de mala suerte 

"...I  have run I have crawled I have scaled these city walls, These city walls, Only to be with you, But I still haven't found What I'm looking for, But I still…” 
Usted esta en la estación: Palermo. Próxima estación: Ministro Carranza. 
“Ya casi llego” pensé. Eran las 10 de la noche, combinar trabajo y facultad me estaban empezando a pasar factura a esta altura del año. Me empecé a acercar a la puerta para bajar. Escuché el ruido característico del subte porteño y las puertas se abrieron. Cuando intenté poner un pie en la línea amarilla un tirón me vuelve a tirar para adentro. Sentí mi corazón acelerarse y como me transpiraban las manos, cuando escuché el anticipo de que las puertas van a cerrarse actué sin pensar, me aferré a mi mochila con todas mis fuerzas y corrí para adelante. Un segundo después estaba en el piso del andén y el subte yéndose a mis espaldas. Habían intentado robarme la mochila, pero lo único que consiguieron fue quedarse con mi fiel pañuelo en la mano y darme un buen susto. 
¿Fue buena suerte o mala suerte? Pensaba mientras una señora y un trabajador nocturno del subte se acercaban a preguntarme si estaba bien. 

Me esperaban unas cuantas cuadras hasta mi casa. Todavía conmocionada decidí no volver a ponerme los auriculares. Cuando me restregué la cara para despejarme y tener la atención que requiere caminar a esas horas de la noche, me di cuenta que no tenia mi anillo, mi amuleto. Cómo podía ser que no lo tuviera si jamás me lo sacaba. La idea de haberlo perdido me heló la sangre. Pero ahora los sucesos de esta mañana cobraban sentido.

No me sonó la alarma. Me desperté media hora después de lo que creí que había pactado con mi reloj. La desorientación me duró tres segundos hasta que la frustración de recordar que hoy rendía un parcial me hizo reaccionar rápidamente. Me tomé el colectivo que pareció tardar una eternidad. Corrí los todavía para mi desconocidos pasillos del ala Santiago del Estero. Llegué justo para que el docente se apiade de mi. Me senté en una silla rota en la que me enganché el jean cuando quise pararme a entregar el parcial.

Recordando mi fatídica mañana, ya había caminado dos cuadras. Solo me faltaban tres más. El semáforo en rojo frenó mi caminata. Mientras esperaba la luz de paso, me di cuenta que estaba pisando una foto. Muchas fotos en realidad, dispersadas por la esquina de Bonpland y Paraguay. Parecía como si a alguien se le hubieran caído sin querer. Sentí lástima por ese desconocido y me pregunté si podía ser que otra persona, en alguna parte, podría haber tenido un dia de tanta mala suerte como yo. 

Llegué a mi departamento. Dejé la mochila en el piso y abrí la pequeña heladera que mi monoambiente de estudiante se podía permitir. No había nada. Miré el techo y decidí, como tantas veces había hecho, bajar a la vereda a fumar un cigarrillo. Con la ingenua esperanza de encontrar algo abierto para comer un martes casi a las 11 de la noche, llevé conmigo mi billetera. 

Me senté en los dos escaloncitos amigueros de la puerta de mi edificio. Abrí la billetera solo por el hecho de hacer algo. En uno de los bolsillos había un espejo, chiquito, que me había encontrado alguna vez y como me pareció lindo lo guardé. Haciendo malabares con el encendedor y la bolsita de tabaco, el pequeño espejo se me cayó al piso y se rompió. La ironía de los siete años de mala suerte me causó gracia a esta altura del dia. Fuí a tirar los pedacitos de vidrio a la basura y lo ví, mi anillo, casi escondido entre las bolsas de consorcio. “Últimos sanguchitos vegetarianos. Dos por 150 pesos” pasó gritando, justo en ese momento, un chico en bicicleta. 






martes, 19 de mayo de 2020

Cuento objeto


Consigna:
Elegir uno de los objetos significativos que buscaron: escribir un cuento en el que el objeto sea importante para el narrador o narradora.


Reloj sin números

Estoy en un campo con flores de muchos colores, demasiados colores tal vez. Empiezo a caminar descalza y noto que alguien me sigue, quiero correr y no puedo, me frustra no poder hacerlo asique lo intento con todas mis fuerzas pero es en vano. Siento que la caminata dura años. Miro la hora pero a mi reloj le faltan los números.

Aparezco en una mansión, intento reconocer a le gente. Busco el baño pero decido no ir porque alguien me dice que hay que subir demasiadas escaleras. Siento frío, me miro y estoy desnuda ¿En que momento me saque la ropa? Por lo menos la persona que me seguía ya no esta. Miro la hora, el reloj no tiene números.

Estoy en el patio de la mansión con una mujer y su hijo, seguro la conocí en la fiesta, me lleva hasta su helicóptero y nos subimos para volar un rato. Sigo volando, pero sin la mujer, ni su hijo, ni su helicóptero¿Que hora es?

Llego a un bar con mis amigos, al fin algo normal. No los encuentro, siento los dientes flojos, que sensación mas molesta. Los veo a lo lejos asique corro hacia ellos pero nunca llego. Quiero gritar y no me sale la voz, tal vez sea porque se me cayeron los dientes. 
Seguro llegué tarde, como voy a ser puntual si mi reloj no sirve.

Estoy en mi casa, me veo al espejo y estoy llena de tatuajes, de la cabeza hasta los pies. No recuerdo cuando me los hice, "me la voy a tener que aguantar" pienso. Hay alguien en el departamento de al lado que esta gritando un montón, me da miedo. Decido ir a ayudar y sin mirar la hora, caigo al vacío.




Me suena el despertador. Me siento en la cama sobresaltada, que sueño mas horrible. Miro mi mesa de luz y veo el reloj de mi sueño, con todos los números, marcando las siete de la mañana. 

Diario del café con leche



Consigna:
Para el diario de escritores: elegir una actividad cotidiana, que hagan todos los días, por ejemplo, preparar el mate. Describirla con el mayor detalle posible, cada día.

Diario del café con leche

Miércoles 13
Abro la heladera y busco la leche, la dejo en la mesada. Abro la alacena, el azúcar esta en un frasco entre la yerba y el nescquick, cerca esta el café, dejo las dos cosas en la mesada. Elijo la taza que esta en la otra puerta de la alacena, porque un lado es de cosas que se comen y el otro de los vasos y tazas. Cuando decidí la que me gusto hoy, la dejo en la mesada. Agarro una cucharita, la dejo en la mesada. Pongo unas cucharaditas de café y un poquito menos de azúcar. Primero pongo un chorrito de leche, bato, y luego el resto de la leche. Meto la taza en el microondas.
Mientras espero miro por la ventana, que es re linda. Me estiro un poco y pienso en lo que voy a hacer durante lo que queda del día. El sonido del microondas interrumpe mis pensamientos, saco la taza y lo desenchufo porque sino sigue haciendo ruido no se porque.
Esta calentito, el café siempre lo tomo con las dos manos. 

Jueves 14
Hoy no tomo café. Tomo mate porque a la hora de la merienda tengo clase virtual, asique la bebida tiene que durar mas tiempo.

Viernes 15
Ya esta dando el solcito en la parte del living que me gusta. Termino rápido lo que estoy haciendo y voy a la cocina. Abro la heladera y busco la leche, siempre esta en la parte de arriba, pero aveces cuando decidimos ordenar esta abajo, con la consigna tacita de que lo que se toma vaya abajo. Por algún motivo siempre vuelve a su lugar habitual.
Elijo una taza que me guste, aveces la combino con lo que tengo puesto o con el plato de lo que agarre para comer, aveces no. Saco el café instantáneo y el azúcar de la alacena, busco una cucharita y pongo tres de lo primero y dos de lo segundo. Pongo un poquito de leche y bato. Pongo el resto de la leche y meto la taza en el microondas. Agarro algo para comer y me voy al living. Es la mejor parte del día. 

Sábado 16
Hoy es el cumpleaños de mi abuelo asique el café lo tomo mientras hago videollamada. 
Descubrí que si el café lo bato un ratito mas queda mas rico. Mientras pongo la taza en el microondas busco algo para comer, no me gusta perder tiempo preparando la merienda porque desperdicio mi momento favorito del día. 

Domingo 17
Abro la heladera pero no hay leche, asique busco en el mueble. Abro una caja nueva y se que le voy a tener que poner menos tiempo al microondas. Si la leche estaba en la heladera lo pongo dos minutos, si esta afuera como hoy, un minuto y medio. El microondas siempre anda mal, se le corre el plato y hace ruido. En general no lo acomodo porque no me molesta, pero hoy lo acomode. 
Busco el rayito de sol en el living, me siento ahí con las dos manos agarrando el café porque hace un poco de frío. Me pongo un podcast de Dario Sztajnszrajber.

Lunes 18
Camilo me enseñó a hacerme el café así, con todo leche en vez de mitad leche y mitad agua, y desde ahí lo hago siempre igual. El lo toma aveces así y aveces negro. El café negro (sin leche ni azúcar) es una bebida de grandes, como el vino. Mi mamá toma el café negro, mi papá no.
Me preparo el café y me voy al living. 

Martes 19
Hoy agarre una taza mas grande asique en vez de tres cucharitas de café instantáneo puse cuatro. De azúcar lo mismo de siempre. Huelo el café, es tan rico que me gustaría comerme una cucharada como hago con el nescquick pero se que tiene el efecto esencia de vainilla: el olor es riquísimo pero comerlo solo es un asco. 
Leche, taza, café, azúcar, cucharita, como siempre. 
Lo que como varia depende el día, porque sino me aburro, pero del café no. 









lunes, 11 de mayo de 2020

Cuento


Consigna:
Elegir uno de los siguientes comienzos:
"Estaba haciendo calor, el sol le estaba quemando la nuca".
"Le cruzaba la cara una cicatriz rencorosa: un arco ceniciento y casi perfecto que de un lado ajaba la sien y del otro el pómulo".
"Una mañana de junio de 1872, temprano, asesiné a mi padre, acto que me impresionó vivamente en aquella época".
Escribir un cuento que empiece con la frase elegida y que incluya alguna de las siguientes conjuntos de oraciones (en el mismo orden):
a. Veo encuentros. - Una herida grave. - Tiene miedo.
b. Se oye música. - Números de muchas cifras. - Somos pocos.
c. Hace frío. - Se divisa un velero. - No quiero.
 Buscar 5 objetos que sean significativos para cada uno. Tenerlos a mano para la próxima reunión. 
Objetos: un sobretodo, una copa, una carta, una valija y un anillo. 


La carta

      "Le cruzaba la cara una cicatriz rencorosa: un arco ceniciento y casi perfecto que de un lado ajaba la sien y del otro el pómulo. Sin embargo, eso no impidió que fuera el amor mas intenso y fugaz de mi vida. 

       Era una noche helada de mediados de julio, otra vez me encontraba envuelto en los compromisos que mi apellido demandaba, debía ir a una de esas bochornosas fiestas en las que todos me resultaban frívolos y condescendientes. Abrí mi placad y agarré uno entre tantos trajes, ya sin preguntarme como podían esos pedazos de tela valer tanto dinero, y me preparé como incontables veces había hecho. Hace frío, pensé, asi que sumé un sobretodo, sin imaginar que no regresaría con el. 

      Llegué al salón, lleno de lujos pero sin sorprenderme demasiado, no eran cosas que no hubiera visto ya. Estaba lleno de gente, peinados que ostentaban horas de preparación, trajes de las mejores marcas, cantidades de comida y música en vivo. 

      Decidí ir a buscar una copa para tolerar el resto de la noche. Hoy me pregunto que hubiera sido de mi si hubiera elegido otra de las tantas barras del lugar, si el camarero no hubiera tardado tanto en atenderme, si no me hubiera detenido a reemplazar mi pedido porque ya no quedaba en vino que en un principio había solicitado. Porque si no, tal vez, nunca la hubiera conocido. Me pregunto que hubiera sido de mi, tal vez estaría menos roto. 

      Era hermosa. Tenia una cara de muñeca corrompida por una eminente cicatriz, que contaba una historia solo para quienes estén dispuestos a escuchar, y yo si que lo estaba. Irradiaba una suerte de misterio, casi místico. Hablaba con la seguridad de quien es consciente de su curiosa belleza e inteligencia. Supe en ese instante, cuando la vi del otro lado de la barra, que debía conquistarla aunque fuera lo último que haga. 

      Y así fue, esa noche nos fuimos juntos al terminar la fiesta. Verla caminar con mi abrigo bajo la tenue luz de los faroles me hizo desear que esa noche no terminara jamás. 

      Vivimos los mejores dos meses de nuestras vidas. Nos casamos. Fui feliz como nunca antes y juré que haría lo posible para que mi historia con Marina durara para siempre. Pero, como vez, no fue así.
      En septiembre llegó la carta que destrozaría mis sueños. Pasaron días de silencio tajante hasta que logré contarle a Marina el motivo de mi partida. Su mirada fue como un puñal en el pecho, tal vez nunca pueda perdonarme por haberla abandonado, pero el que mas me odia por lo que hice soy yo mismo. Destrozado, arme mi valija y me fui al puerto sin mirar atrás. Una vez allí, divisé el velero que me llevaría a lo que en ese momento sentí que era el fin del mundo. "No quiero" pensé. Pero solté un suspiro e hice lo que tenia que hacer."

            -Entonces es por eso que tenés un anillo de compromiso?- Me preguntó mi compañero cuando terminé de relatar la historia que parecía haber sucedido en otra vida.
                  - Así es- Contesté.
                  - Y cuando pensas volver a buscarla?
                  - Cuando termine lo que vine a hacer. 

      








El cuento policial


Consigna:
 Leer El cuento policial, de Borges, hacer una nota de lectura que atienda especialmente al tipo de lector que crea el cuento policial (en qué se identifican con el mismo), qué aportaron el género y Poe al desarrollo de la literatura, según Borges.

      El texto nos presenta a un tipo de lector particular, el que lee ficciones policiales, y afirma que este ha sido creado por Edgar Allan Poe. Dice que es un lector que lee con incredulidad y con una suspicacia especial
     Borges trae el ejemplo de como podríamos leer el Quijote si creyéramos que es una novela policial. El lector duda y hace suposiciones sobre lo que escribe Cervantes, creo que de esa manera es como leemos textos policiales, no dando nada por sentado y buscando pistas por todos lados. Me identifico con este tipo de lector. 
      Poe, no supo que estaba creando el genero cuando lo hizo con "los crímenes de la calle Moruge", no solo creando características principales como la presencia de un detective, sino sentando bases de su esencia. No quiso que fuera un genero realista, sino un "genero fantástico de la inteligencia" como dice Borges, un genero intelectual. En este plantea la estructura de un crimen cometido y una mente razonadora abstracta que se percata de los descuidos del criminal, un hecho de misterio descubierto por obra de la inteligencia, no por la policía. Ademas, por ende, si decimos que Poe creó el genero policial, creó a su vez al lector de ficciones policiales. Estos son importantes legados al desarrollo de la literatura. 
      Poe también nos deja cinco cuentos que funcionarán como punto de partida para el resto de los autores de cuentos policiales en la posteridad. 
      Por último, el autor marca una diferencia entre -nosotros- y los primeros lectores de ficciones policiales, quienes no estaban educados como nosotros. También va a decir que el cuento policial es el único que mantuvo sus virtudes clásicas. 

Cuentos Hemingway


Consigna:
Leer, de los cuentos de Hemingway:  "Un lugar limpio y bien iluminado" y "Gran río de dos corazones": Describir a los narradores, el uso de procedimientos como el diálogo y la descripción, sintetizar la historia superficial y dar una hipótesis de la historia profunda. Qué le robarían a Hemingway para la propia escritura.


Un lugar limpio y bien iluminado

      En este cuento el narrador es omnipresente, ve todo lo que sucede pero no es un personaje. Se utilizan los diálogos como recurso principal para contar el desarrollo de los personajes y en algunos casos, también suman descripciones del lugar. 
      Es la historia de dos camareros en el turno noche de un café, que atienden a un anciano. Este suele ponerse ebrio y quedarse hasta tarde en el lugar. El primer camarero, enojado, espera que el anciano se vaya porque ansiaba volver a su casa temprano. El segundo, comprende al anciano. 
      Como hipótesis, creo que tanto el anciano como el segundo camarero, tienen una historia pasada y traumas que, como suele suceder, los atormentan por las noches. Es por eso que necesitan luz y distracción en ese momento, es también coherente con esta teoría el intento de suicidio y la adicción al alcohol del señor. El camarero empatiza con el, ya que también "algo le falta", como muestra en la conversación con su compañero. 
      De Hemingway tomaría su dinamismo a la hora de escribir diálogos, la construcción de los personajes y la manera en la que arma una historia que a primera vista no tiene conflicto pero que en realidad tiene un gran trasfondo. 

Gran río de dos corazones

En esta historia el narrador también es omnipresente, persigue a Nick, el personaje principal, y narra lo que va sucediendo a su al rededor sin intervenir ni formar parte de ninguna manera. La descripción es en profundidad, muy minuciosa, y el dialogo apenas es utilizado ya que el protagonista se encuentra solo. 
      La historia superficial nos cuenta la expedición de Nick a un bosque incendiado, seguimos su encuentro con la naturaleza, todo lo que camina, como se instala en su carpa. 
      Encontramos breves vestigios de la historia profunda en los recuerdos del protagonista, conocemos a Hopkins, alguien que entendemos que fue importante para la vida del principal pero no se nos revela su historia. También tenemos los principios de los capítulos, que parecen ser relatos sin sentido, pero que para mi son los sueños de Nick. 
      Del autor tomaría su manera tan meticulosa de describir, que no se apura para contar una historia y que hace de un hecho muy simple una gran historia. 













sábado, 9 de mayo de 2020

"Los asesinos" Hemingway


Consigna:
 Leer "Los asesinos", de Hemingway, y atender a cómo están construidos los diálogos y pensar cuál sería la "historia profunda" o el sentido del cuento.

      Este cuento cuenta la historia de unos empleados de un restaurante que durante una de sus jornadas laborales se encuentran con dos hombres que están buscando a una persona en particular. Mientras la esperan, los hombres tratan no muy amablemente a los empleados y revelan que a la persona que buscan es para matarla por "un favor". Sin haberlo encontrado, estos se retiran. Uno de los empleados decide contarle a quien había tenido la suerte de no haber aparecido ese día en el restaurante que querían matarlo. Cuando lo hace, no tiene respuesta y vuelve con sus compañeros. Decide irse del pueblo.
      Esta historia, contada en forma de diálogos, nos muestra una sucesión de hechos y nos presenta distintos personajes. De esta manera podemos ver la primer historia que es la que relate anteriormente, y dejando a la imaginación del lector la "historia profunda" o segunda historia.
      No sabemos quienes son estas personas, ni porque quieren matar a la persona en cuestión. Tampoco sabemos que hizo para que quieran matarlo, ni nada sobre la historia de los demás personajes.
      Si bien estas incertidumbres pueden parecer frustrantes para el lector, es lo que termina siendo la esencia del relato.

martes, 5 de mayo de 2020

Cuento


Consigna:
Escribir un cuento, que incluya: 1 objeto con un jeroglífico, 1 perro negro, 1 objeto filoso, 1 enano, 1 reloj antiguo, 1 espejo roto y que el Narrador o Narradora sea interno, en 1° persona.
 

El reloj encantado

    "Mi nombre es Atahualpa Garcia Poultier y emprenderé la búsqueda de un milenario papiro que fue extraviado. Mi travesía comenzará en una cueva de la que no puedo revelar su ubicación, y no se donde terminará. En mi bolso llevo lo necesario para una semana de supervivencia y vendrá conmigo mi fiel compañera Roma" Dije y guarde mi arcaica videocasetera en una de las tablas flojas del piso de madera de mi departamento. "Por si no vuelvo" pensé, pero rápidamente borré ese pensamiento de mi mente, ya era tarde para vacilaciones.

      Después de un largo y caluroso viaje llegue a mi destino. Ahí estaba la cueva, enorme, majestuosa. Me tome un momento para contemplarla, acaricié a Roma y nos adentramos en ella.
A medida que caminaba hacia el interior, el lugar por donde entré se convertía en un destello de luz mas y mas pequeño. Cada vez hacia mas frío y cuando la oscuridad se volvió demasiado intensa, saqué la linterna de mi bandolera. Y ahí lo vi, el papiro. Casi paralizado, en una mezcla de ansiedad y emoción, logré acercarme al rústico altar donde se encontraba. Estaba en egipcio. Pero no desesperé, porque había llevado mi diccionario en esa lengua. Me lo había regalado mi abuelo, no se si por melancolía o por cabala pero siempre lo llevo conmigo, en fin, nunca se sabe cuando lo voy a necesitar.
Me senté en el helado piso de la cueva hasta que logré traducir el papiro, la desilusión me invadió al no comprender el mensaje cifrado. "Encuentra el reloj y sabrás la respuesta". ¿Que reloj? me pregunté, y la respuesta a que pregunta.

      Roma olfateó el papiro y se dirigió hacia una montaña de piedras y comenzó a hacer movimientos desesperados. Confiando en su instinto perruno me acerque a ella, revolví las piedras amontonadas hasta que toque algo de textura distinta, era una caja. Con ayuda de un objeto filoso pude abrirla y encontré un reloj dorado. Era hermoso, parecía valioso, de otra época. El frío de mis manos me traicionó cuando intente agarrarlo y se me cayó al piso. Un ladrido ahogado fue lo ultimo que se escuchó en la cueva.

      Desorientado entre lenguetazos logré recuperar la conciencia. No sabia donde estaba y tampoco tenia el reloj. Supuse que había quedado roto en el suelo de la cueva pero no conseguía recordar como me fui del lugar. Decidí caminar por lo que parecía un pueblo muy extraño. Algo me llamaba la atención pero no sabia bien que era.

        -¿Quien sos y porque sos tan alto?
La pregunta me tomó por sorpresa. Siempre me había considerado de altura promedio para un hombre de mi edad. 
Cuando me di vuelta vi a un señor de brazos cruzados, vestido de una forma un poco rara y particularmente bajo. Sin muchas certezas intente contestarle.
       - Disculpe, es que me perdí y no se donde estoy. 
       - Me pareció que no era de por acá, en este pueblo nos conocemos entre todos y ademas, nunca había visto a alguien... de su tamaño. Vamos a la cantina para que comas algo y a ver si alguien te puede dar una mano.

      Me dirigí con el pequeño señor hacia un bar que muy lejos estaba de parecerse a todos en los que alguna vez había estado. Abrimos la puerta y me quedé tan sorprendido como todos los presentes. Nadie pasaba el metro veinte.
 Después de unas miradas, algunas menos respetuosas que otras, nos sentamos en la barra junto a los clientes mas frecuentes, que sentaban ahí para poder charlar con los mozos y los dueños del lugar.
Aunque mi incomodidad era evidente ya que mis piernas no entraban en lo que para ellos era una silla, la conversación se fue distendiendo. La mayoría me caían simpáticos así que me pareció que no era una incordialidad preguntar en que época estaba ambientada la cantina.
El mozo que amablemente se había ofrecido a darle un poco de agua a Roma, arqueo una ceja y se miró con su compañera.
     -Este es un bar como cualquier otro, es verdad que la última vez que lo remodelamos fue hace dos años, en 1769, pero tampoco está tan mal.

      Se me heló la sangre. ¿Podía ser que realmente haya viajado en el tiempo? Tragué lo que quedaba de mi bebida y sin ilusión de que alguien pudiera creerme comencé a contar mi historia. Todo lo que recordaba hasta el momento en que desperté.
Cuando terminé de hablar se hizo un silencio rotundo. Ni yo mismo podía creer lo que acababa de decir. Pero en eso se acercó una señora, tan pequeña como el resto, que había escuchado mi extraño relato. Me contó la leyenda de un espejo que funcionaba como una maquina del tiempo pero que solo para quien realmente lo necesitara.

      Esperanzado por la posibilidad que la leyenda y su oradora prometían, decidí ayudar a los pueblerinos antes de acompañarla.
Agradecidos, y con las frutas de los arboles mas altos, los pequeños habitantes del pueblo me despidieron como a un amigo.

      Así fue como llegué al lugar escondido donde se encontraba el espejo La leyenda -comenzó la señora- dice que debes tomar el espejo, cerrar los ojos y desear con todas tus fuerzas el tiempo al que deseas volver, contar hasta tres y romper el espejo contra el piso.
Una ultima mirada bastó para demostrar mi gratitud, abracé a Roma y seguí las indicaciones al pie de la letra.

      Antes de abrir los ojos, el frío me anticipó perfectamente donde estaba. La vuelta a casa estaba cerca, pero decidí que tenia una última cosa por hacer. Tomé el papiro que se encontraba al lado de los restos del reloj y me lo llevé como recordatorio de mi extraordinaria travesía.

      Lo que nunca imaginé, es que ese mismo acto, sería el que me llevaría a mi próxima aventura.























lunes, 4 de mayo de 2020

Nueva tesis sobre el cuento


Consigna:
Leer el ensayo de Piglia Nuevas tesis sobre el cuento (a continuación de las Tesis...): hacer una nota de lectura y anotar las ideas principales, preguntas que les surjan, ejemplos relacionados con el comienzo y el final de un cuento, y la idea del que recibe el relato.


Con Borges de la mano y una serie de historias seleccionadas, Piglia toma como eje y punto de partida la  noción de espera y de tensión hacia el final secreto (y único) de un relato.

"El relato se dirige a un interlocutor perplejo que va siendo perversamente engañado y que termina perdido en una red de hechos inciertos y de palabras ciegas. Su confusión decide la lógica íntima de la ficción. Lo que comprende, en la revelación final, es que la historia que ha intentado descifrar es falsa y que hay otra trama, silenciosa y secreta, que le estaba destinada." dice Piglia, haciendo referencia a la doble historia.

Los finales son maneras de encontrarle sentido a la experiencia, ponen la expectativa en primer plano. El lector ingenuo espera el final que parece llegar inesperadamente, mientras que en realidad, este siempre existió en el corazón de la historia que se cuenta.
La esencia de una historia la entrevemos en el final, ese cambio de ritmo en la narración. Ahí es cuando realmente conocemos el relato y todo lo que tiene para decir.

Una historia se puede contar de manera distinta, pero siempre hay un doble movimiento, algo incomprensible que sucede y está oculto. El sentido de un relato tiene la estructura del secreto, está escondido, separado del conjunto de la historia, reservado para el final y en otra parte.

Como dije al principio, Piglia nos brinda una serie de historias que ejemplifican el comienzo y el final de un cuento, entre ellas encontramos la del pintor que realiza su obra en diez años, la de la mujer abandonada en la ruta, la del hombre atormentado por la imagen de cuatro mujeres, entre otras. De esta manera nos muestra la variedad de principios y finales que podemos encontrar en la literatura.









Antología

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